lunes, 25 de marzo de 2013

Siempre te querré Sam


Era Viernes por la tarde, cuando salí a pasear por el parque y distraer la mente un rato. Me senté en un banco a leer tranquilamente. El cielo estaba nublado, pero aún no  amenazaba con llover. El parque estaba solitario, tan solo me encontraba yo y una anciana que estaba alimentando a las palomas. De pronto noté que alguien se sentó a mi lado. Era un chico, alto, castaño, con mirada parda y risa blanca.
-¿Leyendo un rato?- me dijo
-Sí, aprovecho y leo aquí con tranquilidad en mi casa no hay quien se concentre, mi hermano pequeño no para de gritar- le dije
Sentí confianza en él, era como si le conociera de antes, pero no le conocía
-Yo he salido a pasear, aunque el cielo se está preparando para soltar una buena lluvia. Perdona, no me he presentado soy Sam.
-Alice- dije dejando el libro en el banco.
Estuvimos un buen rato conversando, hasta que comenzó a llover. Me acompañó a casa, pues yo no traje paraguas y el se ofreció a acompañarme.
-Gracias Sam, has sido muy amable acompañandome a casa
-De nada Alice
-¿Quieres que quedemos mañana?- le dije tímida
-Bueno, está bien. ¿Te viene bien a las seis mañana en el parque?
-Estupendo
-Hasta mañana entonces- dijo, y se marchó
He de confesar que me había enamorado, era tan amable, tan bueno y me sentía agusto con él.
Al día siguiente, nos encontramos en el parque y estuvimos hablando.
-¿Que te gusta hacer?- pregunté
-Me gusta mucho el teatro, creo que me dedicaré a ello. También escribo, poesías. Pero lo que más me gusta es dar paseos para despejar mi mente. ¿Y a tí?- dijo Sam
-Pues a mí me gusta escribir en mi diario, escuchar música e ir al Cine con mis amigas. Aunque también me gusta dar paseos.
Estuvimos quedando todas los viernes a la misma hora durante un mes y al fin me declaré.
-Se está haciendo tarde Sam ¿Quieres que te acompañe a casa?
-Vale- contestó
Estuvimos andando, por las calles oscuras y se lo dije.
-Oye Sam hay algo que quiero decirte, veras me he enamorado de tí y...
-Yo siento lo mismo.
Entonces empezó nuestro amor. Llegamos a su casa y le besé. Jamás había sentido algo igual.
-Mañana quedamos a la misma hora Sam- enamorada volví a casa

Al día siguiente, esperé en el parque, pero Sam no llegaba. Preocupada, fui a buscarle a casa y me abrió su madre.
-Hola señora soy Alice, ¿Está Sam?
-Cielo, Sam murió hace dos años- dijo la mujer
Entonces yo quedé en shock, y me desmayé.
Cuando abrí los ojos, estaba en casa en mi sofá. La señora me había llevado a casa.
La siguiente tarde, volví al parque a  la hora de siempre y allí se encontraba Sam.
-Alice, he de marcharme ya he cumplido mi última voluntad- dijo triste
-Sam no te vayas, yo te quiero...
-No me queda otra elección Alice, me ha encantado estar contigo, mi última voluntad era enamorarme de alguien que me quisiera de verdad. Cuando me necesites, estaré a tu lado.
-Siempre te querré Sam-dije
- y Yo Alice
Tras esas palabras, Sam se marchó.





2 comentarios:

  1. Es un relato muy bello. Es agradable ver que no te incomoda trabajar con distintas perspectivas en cuanto a personajes. A mí me ocurre igual y creo que eso es bueno, ya que amplía el abanico de posibilidades. Por cierto, tengo un relato corto que guarda una cierta similitud con éste. No por el contenido, si no porque en el, cambio de género y ocurre también algo inesperado.

    Fali

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, me alegro de que te guste. Yo sigo leyendo tu blog , y es realmente fantastico. me gustaría leer el relato seguro que es muy bueno.
      Aarón

      Eliminar