-Es
esta calle dijo mi hermano.
-llama
a la puerta
Llamamos
a la puerta y salió el hombre, era mi abuelo.
-Hola
¿Gregorio?
-Sí
soy yo ¿Quiénes son?
-Bueno
somos sus nietos…
-¿Mis
nietos?, ¿cómo?, ¡Por fin! Alguien ¡que me llevará con mis hijas!
-¿Podemos
pasar?
-Claro
Su
casa era muy pequeña, constaba de un comedor, una cocina, un baño, una
habitación y una pequeña terraza.
-Abuelo,
¿Porqué no regresaste con nosotros?
-Bueno,
es que sufrí un accidente. La última pesca de la temporada resultó ser
peligrosa, del cielo resurgió una gran tormenta y me golpeé la cabeza con uno
de los mástiles del barco. Cuando desperté no recordaba nada, ni quién era, ni
que estaba haciendo aquí, un médico logró curarme, pero no había conseguido
recordar hasta hoy a mis hijas.
-Pobre.
Bueno pues vente con nosotros.
-Está
bien, le diré al dueño del alquiler que me voy.
Tras
la llamada al dueño, partimos de nuevo a nuestra casa.
Cuando
llegamos nos bajamos los dos del coche y le dijimos:
-Quédate
aquí un momento.
-Clara,
mamá hay una sorpresa que os espera en el coche.
Cuando
Clara y mi madre vieron a mi abuelo, saltaron de alegría. Habíamos cumplido
todos nuestros sueños estábamos felices.
Llegó
el día de la boda, y cuando nos dijimos el sí quiero, empezó nuestro mágico
amor.
La
vida se había portado al principio muy mal conmigo. Me había engañado y me
había dado una vida que no me merecía. Al final descubrí lo que la vida me
reservaba, una familia feliz, lo que yo siempre soñaba. Eran lágrimas del
destino que me cegaban la posibilidad de seguir volando alto intentando
alcanzar la felicidad. Al fin y al cabo la vida es un laberinto donde hay que
escoger bien los caminos.
-Y
esta hijos, es mi vida.- terminé de contarles mi vida a mis hijos.
~fin~
Verdaderamente no esperaba este desenlace. Bueno en general le has ido dando forma para sorprendernos con éste. Me gusta porque aun siendo un tema de dura actualidad, al menos ha terminado felizmente, dentro de los problemas lógicos y necesarios para el desarrollo de la historia, y eso es muy esperanzador para la historia en si, y para las personas que pudieran estar en esas tristes circunstancias.
ResponderEliminarAarón qué puedo decir... No se qué camino escogerás, pero aunque solo sea por satisfacción personal, no dejes de escribir nunca. Tienes aún mucho que aprender, pero la sensibilidad que derrochas al escribir, el alma que nos regalas en tus relatos, o frases, no lo tiene cualquiera, con eso se nace. Lo demás es pura gramática y se va perfeccionando con el tiempo.
Bien, ahora a continuar leyendo "El Misterio del Crimen del Lobo"...
Un beso y hasta la próxima página.
Fali
Muchísimas gracias Fali. Debo darte las gracias por ser mi lectora favorita. Es verdad que me queda mucho por aprender. He puesto toda mi alma y mi cariño escribiendo este relato, haciendo ver que aunque en la circunstancia más difícil, con un poco de esperanza puede salir de la tristeza. De veras me alegro mucho de que te haya gustado. Un beso :)
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